El Castellón Alto

Este enclave se enmarca dentro de la Cultura Argárica, en un momento avanzado del Bronce Pleno.

Castellón Alto está organizado en dos zonas: un cerro en forma de espolón que avanza sobre el valle y una ladera contigua.

La superior, donde se encuentra la acrópolis, y las terrazas media e inferior, que presentan una organización más regular.

Practicaron actividades agrícolas como el cultivo de cereales y leguminosas, así como lino para fabricar tejidos.

El tejido se realizaba en telares verticales, para esta actividad usaban el lino y la lana.

Las condiciones del terreno han permitido que en este yacimiento se conserven bastantes restos de materiales orgánicos, por lo que restos de telas, cestería o madera han sido perfectamente documentados.

Se han hallado ajuares con brazaletes y otros objetos realizados en cobre o plata, que llegaron de otros lugares, ya que en Castellón Alto no hay indicios del trabajo del metal.

El ritual consistía en colocar los cuerpos en posición fetal y envolverlos con un sudario para que no perdieran esa postura.

Junto al cuerpo se depositaban sus armas y útiles de hueso, piedra o metal.

La Paleoantropología, ciencia que estudia los restos óseos humanos, aporta mucha información en Castellón Alto.

Los varones sufrieron traumatismos en hombros y columna por realizar actividades duras como el transporte de pesos.

Las mujeres se vieron más afectadas en los codos y la región lumbar por las labores de molienda del cereal.

Los restos encontrados también nos ofrecen datos acerca de las diferencias alimenticias entre individuos del mismo asentamiento.

Este cierre hermético ha aislado durante siglos el enterramiento, no permitiendo la filtración de tierra ni agua, lo que, unido a la gran sequedad ambiental ha favorecido la momificación por deshidratación.

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