Oficialmente fue un gobierno interino hasta septiembre de 1917, cuando se proclamó la República Rusa.
El Gobierno provisional había prometido continuar con las obligaciones de Rusia con sus aliados occidentales en la Triple Entente.
Después del fracaso de la ofensiva, y a pesar de las maquinaciones políticas en Petrogrado, el ejército seguía siendo una fuerza efectiva en el frente, aunque no estaba dispuesta a pasar al ataque.
[7] La oleada revolucionaria influyó en el Ejército, que se vio arrastrado por los procesos de democratización.
Si bien la orden no exigía la elección democrática de los oficiales, esta ha sido una interpretación errónea generalizada.