Giovanni Battista Cipelli llamado Egnazio (1478-1553) fue un religioso, literato, catedrático y erudito de Italia.
Egnazio nació en Venecia en 1478 de familia pobre y recibió una educación literaria bajo la guía de Benedetto Brognolo (1427-1502) autor de «Speculum clericorum», Venecia, 1663, quien también enseñó al cardenal Girolamo Aleandro (1480-1542) y también por Francesco Bragadino, y a los 18 años abrió una escuela privada de bellas letras en Venecia.
La creciente reputación y éxitos de Egnazio excitaron los celos de Marco Antonio Sabellico (1436-1506) arrojó contra el algunas diatribas fastidiosas, y Egnazio en vez de responderle redactó una crítica estricta de los trabajos de Sabellico sobre algunos autores clásicos con el título «Racemationes» en 1502, insertada en el primer volumen de la obra del eminente filólogo Janus Gruterus (1560-1627) «Lmpas,..», Francofurti, 1602-34, 7 vols., e hizo además nuevos comentarios sobre los análogos autores que Sabellico había comentado, y por terminación abrió una escuela pública a poca distancia de la de su antagonista.
Sabellico se lamentó de haber enojado a Egnazio y de haberle hostigado injustamente, le pidió perdón y como prenda de reconciliación le puso en sus manos una obra manuscrita cuya edición le encargó, y en los funerales de Sabellico, Egnazio pronunció su oración fúnebre, alocución que más honor le ha hecho, lastimosamente extraviada.
Egnazio, fue activamente perseguido como panegirista, ya que Carlos I se había lamentado al papa Paulo III, quien no era muy propicio a loa franceses ni a su rey, y consiguió libertarse por el gran prestigio que gozaba en Venecia, y en 1520 ocupó la cátedra pública de elocuencia y los senadores más significativos iban a escucharle y le consultaban sobre los negocios más sustanciales.