Debido a este tipo de efectos, actualmente se estudian sobre todo en marketing.
El diseño descendente fomenta la comprensión de una imagen utilizando experiencias y conocimientos previos para interpretar un estímulo.
Este proceso nos ayuda a analizar escenas y objetos familiares cuando los encontramos.
[5][6] Cuando se producen efectos de contexto, los individuos utilizan las señales ambientales percibidas mientras examinan el estímulo para ayudar a analizarlo.
En otras palabras, los individuos suelen tomar decisiones relativas influidas por el entorno o la exposición previa a los objetos.
En la lectura de escritura difícil, los efectos de contexto se utilizan para determinar qué letras componen una palabra,[10] lo que nos ayuda a analizar mensajes potencialmente ambiguos y descifrarlos correctamente.
Por ejemplo, un estudio realizado por Norbert Schwarz y Gerald Clore demostró que, cuando se les pedía que valoraran su satisfacción general con la vida en días soleados o lluviosos, las personas expresaban mayor satisfacción en los días soleados y menor en los lluviosos.
Sin embargo, cuando se les recordaba el tiempo que hacía, su grado de satisfacción volvía a una distribución casi uniforme.
[14] Este fenómeno se denomina procesamiento apropiado para la transferencia (TAP por sus siglas en inglés).
[16] La elección intermedia parece un buen compromiso entre opciones que pueden considerarse demasiado extremas.
Si dos o más artículos similares compiten por llamar la atención, sólo conseguirán perjudicarse mutuamente en el mercado.
Para perpetuar en los participantes el procesamiento basado en atributos y en alternativas, los investigadores utilizaron diferentes tácticas visuales para presentar cada producto.