La escultura presenta pérdida volumétrica: le falta al menos la cabeza, los brazos a partir de los hombros y parte de las piernas, desde las rodillas.
[1] De las investigaciones preliminares parece desprenderse que la estatua permaneció enterrada desde hace unos 1400 años.
Según los expertos que la han estudiado tiene una gran factura técnica.
[4] Para los arqueólogos responsables del hallazgo y el estudio (Carmelo Fernández y José Miguel Noguera)[5] la estatua correspondería al modelo del Sátiro de Lamia, con una muestra en el Museo Nacional de Atenas, aunque con el juego de piernas a la inversa, y a otro sátiro, reconstruido como dadóforo y conocido como Dadóforo Ludovisi (Museo Nacional Romano).
[6] Con más precisión se prefiere denominarla por el momento "Sátiro tipo Toledo".