Es también conocido por ser el impulsor del Balneario de Marmolejo, adquirido en 1883.
Su formación inicial transcurrió entre Córdoba y Jaén hasta que en 1850 se trasladó a Madrid para cursar la segunda enseñanza y estudiar leyes en la Universidad Central.
Triunfante el pronunciamiento liberal encabezado por los generales Juan Bautista Topete, Juan Prim y Francisco Serrano y Domínguez frente a la reina Isabel II, una vez nombrado el general Serrano presidente provisional del gobierno, y posteriormente Regente del Reino, Eduardo regresó a Madrid, siendo nombrado Secretario de su Audiencia Territorial, y más tarde secretario general del Ministerio de la Gobernación y subsecretario de este Ministerio.
Desde 1882 perteneció a Izquierda Dinástica, fracción incluida en del Partido Liberal de Sagasta, pero liderada por el duque de la Torre y en el que también se encuentra el general José López Domínguez y José Posada Herrera.
Pasados los años del Sexenio Democrático, (1868-1874) Eduardo León y Llerena volvió al primer plano de la política, esta vez en las filas del partido liberal de Sagasta del que sería su “jefe” en la provincia de Jaén y con el que volvería a ocupar cargos públicos.
En esa misma casa falleció a consecuencia de una dolencia repentina.
«Expediente personal del Senador vitalicio D. Eduardo León y Llerena».