Eduard Limónov

En 1967 se mudó con su primera pareja, la pintora expresionista Anna Moiséyevna Rubinshtein a Moscú, donde residiría hasta que dejara el país.

Emigró a Nueva York con la poetisa Yelena Shchápova en 1974 (se habían casado oficialmente en 1973; Shchápova escribiría años más tarde el libro Soy yo, Yelena, un especie de respuesta a la famosa obra de Limónov), donde realizó diversos trabajos —desde servir en la casa del millonario Peter Sprague[4]​ hasta colaborar en revistas rusas— y comenzó a escribir su primera novela, Soy yo, Édichka (en ruso, diminutivo de Eduard), que, terminada en 1979, fue publicada por primera vez al año siguiente en Francia con el título de Le poète russe préfère les grands nègres (El poeta ruso prefiere los negros grandes), en alusión al episodio en que narra su relación homosexual con un negro desconocido.

En la capital francesa Limónov colabora con diversos periódicos: el comunista L'Humanité, el nacionalista Le Choc du mois y, sobre todo, L'Idiot International, lo que le da una reputación de rojo-pardo, es decir, de fascista y comunista o partidario del nacional-bolchevismo.

Durante su colaboración con esta última revista, entabla amistad con diversos escritores como Patrick Besson, Marc-Édouard Nabe, Philippe Sollers o Frédéric Taddeï.

Tuvo dos hijos con su última esposa —la pareja se separó en 2008—, la actriz Yekaterina Vólkova: Bogdán (07.11.2006) y Alexandra (17.07.2008).

El NBP —que declara como objetivos construir un estado con mayor justicia social, preferiblemente compensando a todas las regiones pobladas por eslavos— aboga por crear un gran imperio que incluya al conjunto de Europa y Rusia, así como la parte noroeste de Asia (Siberia), para ser gobernada bajo dominio ruso.

[8]​ Limónov admiraba a Stalin, Bakunin, Julius Evola y Yukio Mishima, según se puede leer en sus obras.

"No he retrocedido ni un milímetro, mis ideas siguen siendo las mismas y por supuesto que seguiré dedicándome a la política", declaró Limónov al salir de la cárcel.

Pintada del NBP: "¡Rusia es todo, el resto no es nada!"
Limónov presentando un libro, en diciembre de 2008