El elemento visualmente más potente del edificio es su logrado mirador de planta circular que presenta en la esquina, en el estrecho ángulo que forma en la confluencia entre las dos calles; un cuerpo cilíndrico de cuatro pisos con una espectacular galería de arcos sobre pórtico curvo en el segundo cuerpo, que se inspira en los antiguos minaretes árabes, y que se corona con una vistosa cúpula de azulejos vidriados policromados recuperada de la original, sustituida anteriormente por un cuerpo almenado.La fachada a la avenida de la Constitución forma como un cuerpo aparte, organizado entre dos estrechos miradores verticales; el más extremo con una altura más que el resto.Entre ellos queda un cuerpo horizontal retranqueado que se aprovecha para incluir en el nivel principal otro mirador cerrado por columnas de mármol y barandillas de forja –similar al del cuerpo cilíndrico-, sobre el que se crea una terraza cubierta revestida de tejas vidriadas.Todo el conjunto del edificio combina los arcos peraltados de perfil rebajado enmarcados por alfiz, de clara inspiración islámica, con arcos apuntados al más puro estilo gótico.Y en su decoración aparecen con profusión las clásicas franjas de frisos con relieves de grutescos enmarcando huecos, y en pilastras exteriores separando los arcos del mirador curvo.