Edeta

[1]​ Sertorio la destruyó en el año 76 a. C., razón por la que la población se reinstaló en el valle formando una nueva ciudad de estilo plenamente romano que tuvo su esplendor en los siglos I y II y que fue, según Plinio el Viejo un municipium de derecho latino.

En diversas campañas se pusieron al descubierto 131 habitaciones, diversas escaleras, callejas, etc. así como un extraordinario conjunto de vasos cerámicos decorados con escenas pintadas sobre danza, tauromaquia, naumaquia y pesca, entre otros.

[1]​ Se hallaron también numerosos letreros en idioma ibero, monedas, objetos de adorno y armas.

Los mausoleos consisten en dos edificios situados originalmente en la entrada septentrional de la ciudad romana.

[6]​ Durante la época bizantina y visigoda la ciudad queda prácticamente despoblada mientras que el santuario y las termas se reconvierten en un monasterio cristiano, que se abandona definitivamente hacia finales del siglo VII.