Ante la problemática que ofrecen las escasas fuentes para esclarecer las causas de este hundimiento se han propuesto diversas posibles explicaciones.
Modernamente se tiende a considerar que fue producto de varios fenómenos interrelacionados.
Tampoco hay evidencias arqueológicas de una cultura doria que hubiera suplantado la anterior.
Al parecer estos pueblos adoptaron una serie de armas nuevas (notablemente la espada larga y la jabalina) que les permitieron enfrentar con ventaja al arma por excelencia de las aristocracias que gobernaban las ciudades-estados: el carro con arqueros.
Es probable que las guerras entre ciudades se hubiesen ritualizado (tal como ha sucedido muchas veces en la historia) y que ello, en combinación con las nuevas armas hubiera dado una gran ventaja a unos nómadas determinados y sanguinarios.
Durante el periodo submicénico se constata un repertorio tipológico reducido como una evolución del estilo granero micénico, con una decoración simple de líneas horizontales onduladas, verticales, triángulos o semicírculos hechos a mano.
La parte principal de la decoración se sitúa en la franja central del recipiente.
La fase de apogeo de este estilo tiene lugar a partir del 770 a. C., con grandes ánforas y cráteras decoradas mediante variados motivos geométricos entre los que aparecen también aniames y a veces la figura humana.
Los historiadores consideran que la Edad Oscura fue una época caracterizada por migraciones de población, reducción del número de asentamientos, empobrecimiento cultural y aislamiento del exterior, pero a la vez se fueron creando las condiciones para que a partir del siglo VIII a. C., el mundo helénico experimentara una recuperación en todos los niveles, tanto en el económico como en el demográfico y en el cultural.
[3][1][5] Con respecto a la situación política y social, los genos o comunidades familiares eran inicialmente la institución más destacada, en la que sus integrantes vivían bajo un control patriarcal, con unas reglas de derecho privado y observando unos deberes religiosos.