Desde entonces su población ha estado ligada especialmente a la industrialización de la madera y otros productos derivados, cuya comercialización estaba rigurosamente establecida por las Ordenanzas municipales.
[1] == A finales del siglo XV y a lo largo del siglo XVI, Castilla perdió los mercados de lana y la economía de Cuéllar se vio golpeada.
Las ordenanzas concejiles redactadas en 1546 establecieron toda una serie de leyes para regular la utilidad y conservación de los prados, los meses en los que se podía pescar tanto en el Cega como en el Cerquilla y los utensilios que debían utilizarse, e incluso el sueldo que debían cobrar los porqueros y pastores.
[2] Dentro de estas ordenanzas la agricultura adquiere mayor peso que durante la Edad Media, y proliferan en gran medida los cultivos de cereal, estableciéndose todo lo referente a su producción desde la siembra hasta la recogida.
Finalmente, y como tercera producción agrícola, se impulsó el cultivo de huertas dedicadas a hortalizas y frutas, de gran importancia aquellas instaladas junto a los ríos.