Cuando desempeñó la cartera de Fomento en un ministerio presidido por Cánovas del Castillo, fue censurada su conducta por los fueristas.
Fermín Lasala[3] amplió el capital y propiedades heredados de su familia.
En el ámbito económico compartía su actividad con su familia materna, los Collado, y con otros comerciantes y hombres de negocios donostiarras, como los Brunet, Antonio Echevarría, F. Machimbarrena, etc., con los que también colaboraba en su dedicación a la política.
Representó a su ciudad natal en las Juntas Generales de Guipúzcoa en 1857 y 1869.
En febrero de 1873 asistió a la Asamblea que proclamó la república, y en cuanto ésta se estableció, se unió a los alfonsinos dirigidos por Antonio Cánovas del Castillo, con quien desde entonces le unió muy estrecha y cordial amistad, figurando entre los diputados electos –por Guipúzcoa– en 1876 como “ministerial”.
Finalmente, en 1876 revalidó su escaño por San Sebastián, que abandonó en 1877 para pasar al Senado como senador vitalicio.
También fue comisario regio y presidente del Real Consejo de Instrucción Pública en 1899.
Su testamento impuso numerosas cláusulas que regulaban la utilización del parque como público.