El ducado fue otorgado como vitalicio (práctica común para que damas de la alta nobleza tuvieran posición propia en la corte, independiente de la de sus maridos), y prueba de ello es que ninguno de los trece hijos de Inés de Guzmán usó este título, por lo que revirtió a la Corona, no estando en vigor.
Posteriormente, Rodrigo Pimentel, conde de Benavente, se apoderó violentamente de Villalba de los Alcores, fortificándola, pero Inés de Guzmán pidió amparo, apelando a los Reyes Católicos, y la villa le fue reintegrada.
[3] Con el paso del tiempo, el señorío sobre esta villa recayó en el duque de Frías, y después en los condes de Osorno, siendo sus últimos poseedores hasta la extinción de los señoríos,los condes de Castilnovo.
Con su primer marido, Alonso Pérez de Vivero, tuvo amplia descendencia (trece hijos).
De esta descendencia cabe destacar a: