Ray Reardon (James Spader) es un joven, rico y exitoso arquitecto con una admirable situación económica, quien está concluyendo su divorcio con Martha (Kathleen York), por lo que su humor no es de los mejores.
Allí, por casualidad conoce a una singular, carismática y bella mujer, Lena Mathers (Mädchen Amick), al derramarle un poco de vino en su vestimenta.
[1] La convivencia transcurre normalmente para el jubiloso Ray Reardon, los negocios marchan viento en popa y llega el primer hijo; sin embargo pronto el comportamiento errático e inconsistente de Lena va gradualmente cambiando sumiendo a Ray en torrentes de confusión y sospechas sin dirección, y este va cayendo sin sospecharlo en un estado paranoico.
Ray, súbitamente en un arrebato de furia golpea en la mejilla a Lena, y esta hace llamar a la policía la que aparece casi en el acto para sorpresa de Ray.
Desde su internación, Ray, sumido en el dolor, empieza a tramar su venganza mientras Lena hace todos los trámites para convertirse en dueña de sus riquezas.
Lena acude solo porque cree que en su plan maestro hay un error indicado sutilmente por Norman y que Ray sabe y ella decide averiguar cuál podría ser ese error.
Mientras un paciente del sanatorio con el que Ray se ha vuelto amigo distrae a los guardias, Ray consigue alejarse hacia los jardines con Lena y le dice que su plan tiene un error crucial.