Fue el primer bombardero estadounidense que incorporó un puesto de tiro en la cola.Además, se había logrado un aumento de potencia del 60% incorporando motores Wright R-2600-3 Cyclone 14.Las primeras evaluaciones, sin embargo, habían arrojado resultados decepcionantes en cuanto a prestaciones y características de vuelo.Más aún, las informaciones recibidas del teatro de guerra europeo durante el año 1940 indicaban claramente que un futuro desarrollo no podría mejorar su autonomía, carga de bombas y armamento en grado suficiente para hacerlo comparable con los bombarderos de los países inmersos en la contienda (o con aquellos que comenzaban a surgir en los Estados Unidos en ese momento).[1] Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, muchos de los B-23 y UC-67 excedentes fueron adquiridos por usuarios civiles.
Douglas B-23 Dragon lanzando una bomba durante un vuelo de entrenamiento en 1942.