Los Dos luchadores se encuentran entre los pequeños bocetos atribuidos al célebre escultor, uno de los que la crítica ha recogido opiniones más favorables para su atribución.
La primera hipótesis puso a la obra en relación con el Hércules y Anteo encargo realizado por Piero Soderini hacia 1508 a Miguel Ángel y que debería acompañar al David en el frente del Palazzo Vecchio.
El artista estaba en ese período con los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina, pero parece que realizó un modelo que inicialmente había sido encargado al escultor Leone Leoni y que más tarde desapareció.
Se volvió a hablar de la obra en 1528, cuando Miguel Ángel estaba en la ciudad y aceptó el encargo, sin embargo, cambió de tema haciendo un nuevo boceto de Sansón y los filisteos, que fue visto y comentado por Vasari.
La obra fue adjudicada a continuación, definitivamente a Bandinelli, quien en 1535 realizó el Hércules y Caco, que aún se encuentra en la Piazza della Signoria.