La dorsal gallega o cordillera dorsal gallega, es el nombre que recibe una cadena montañosa situada en Galicia (España) y que atraviesa el centro de la comunidad autónoma, desde el cabo de Estaca de Bares y la mariña lucense, en el norte, hasta el río Miño, en el límite fronterizo con Portugal, por el sur.
La dorsal gallega surgió a finales del periodo terciario sobre una cadena existente anterior, ya muy erosionada.
Está formada por rocas diversas, entre las que destacan las silíceas, es decir, esquistos, cuarcitas, granitos, gneis o peridotitas.
El bloque que constituye la dorsal gallega ejerce un importante papel como barrera climática entre la Galicia atlántica y la interior.
Por otra parte conviene señalar que sus vertientes orientadas hacia el mar registran una alta pluviosidad.