Don Quijote es armado caballero

La ceremonia, que se plantea en el capítulo II, halla desenlace en el capítulo III, “donde se cuenta la manera que tuvo Don Quijote en armarse caballero”.Deja su casa montado en su viejo caballo y vestido con una antigua armadura, y andando el camino reflexiona que para ser héroe de caballería tendrá primero que armarse caballero.Colocadas de nuevo las armas para continuar su vela, quiso la casualidad que otro mozo, desconocedor del peligro iniciase el mismo proceso recibiendo similar y contundente respuesta.Por fin, y después de rogarles a las venteras sus nombres para servirlas eternamente, dieron todos por terminada la ceremonia.[6]​ Por otra parte, en "Las Partidas", el libro de leyes de Alfonso X el Sabio,[7]​ se expone que todo aquel que sea armado con burla o con las condiciones no adecuadas, nunca podría ser caballero.
Don Quijote velando armas, ilustración de Ricardo Balaca , en la edición anotada por Nicolás Díaz de Benjumea .
Don Quijote , pintado por Daumier (hacia 1868).