Don Gil de Alcalá

Niña Estrella, una huérfana mestiza criada por el gobernador, dejará el colegio ese día porque debe casarse con don Diego, un viejo noble.

Y don Diego lleva al grupo de bandidos que identifican a Don Gil como el hombre que los pagó para secuestrar al grupo del gobernador.

Don Gil confiesa su crimen, señalando que actuó por su amor insensato.

Chamaco oye que el gobernador confiesa haber tenido un hijo ilegítimo con una lavandera madrileña, y entonces planea que don Gil se haga pasar por el hijo ilegítimo del gobernador.

Muy conmovido, el gobernador levanta el castigo del joven soldado y abraza a su hijo perdido.