Sus los realizó estudios en su tierra natal y luego en Bogotá, en el Colegio de San Bartolomé.
Además, formó parte de la Convención Granadina en 1831 y del Congreso en 1845.
Se enfocó en el mejoramiento del seminario, especialmente con la ampliación de la edificación, al que le añadió el segundo piso y dotó de mobiliario y otros elementos, como también de ingresos.
Escribió varias cartas pastorales en defensa de los derechos de la Iglesia y promover la vida cristiana.
Fue una polémica que duró varios años y causó mucho daño a la Iglesia y que luego generó el destierro del prelado, que se vio obligado a salir hacia el vecino país del Ecuador.