Dom Mintoff

[3]​ Durante su estancia en Reino Unido conoció a su esposa, la británica Moyra De Vere Bentinck (1917-1997), con quien se casó en 1947.

En 1949 la formación se escindió en dos formaciones: mientras Boffa fundó un grupo moderado, el Partido de los Trabajadores, Mintoff se mantuvo en los laboristas y asumió el liderazgo con un discurso más izquierdista, apoyado por los sindicatos de trabajadores.

En este periodo los laboristas se caracterizaron por apoyar la integración de Malta en el Reino Unido, mientras que los nacionalistas defendían la independencia.

Tanto el gobierno británico como los partidos malteses se sentaron a negociar en diciembre de 1955.

El pacto debía ser ratificado en un referéndum celebrado en febrero de 1956, pero la votación fue boicoteada por las fuerzas nacionalistas y la Iglesia católica, que temía perder influencia en la sociedad maltesa.

El clero se opuso a todas las medidas sociales defendidas por Mintoff, e incluso el arzobispo Michael Gonzi pidió en una carta pastoral que no se le votara bajo pena de excomunión.

El cambio fue posible gracias a un pacto entre laboristas y nacionalistas para reformar la constitución.

[4]​ A nivel internacional, Malta quedó integrada en el Movimiento de Países No Alineados y aprovechó su situación geográfica en la cuenca del Mediterráneo para jugar una calculada ambigüedad entre el bloque occidental y los estados socialistas.

Y si bien Mintoff había asegurado que lo más apropiado era una repetición electoral, terminó aceptando la petición del presidente de Malta para formar gobierno.

En protesta, los nacionalistas boicotearon al nuevo parlamento y hubo episodios de violencia en las calles.

Los laboristas no regresaron al poder hasta 1996, con una ajustada victoria del candidato Alfred Sant, pero el nuevo primer ministro permaneció solo 22 meses en el cargo por las continuas disputas con Mintoff, de cuyo escaño dependía su escueta mayoría absoluta.

[15]​ Durante el gobierno de Dom Mintoff, Malta se había transformado en una república y las fuerzas británicas abandonaron la isla dos siglos después.

Sus defensores consideran que las políticas sociales aprobadas en los años 1970 ayudaron a aproximar la economía maltesa a otros estados europeos, con beneficios sociales como el salario mínimo, las desgravaciones por hijos, la reforma del sistema de pensiones y la separación Iglesia-Estado.

Mintoff (derecha), junto al gobernador-general Anthony Mamo durante la proclamación de la República (1974).