[1][2] En 1924, el arqueólogo checo Karel Absolon inició una exploración sistemática en los alrededores de Dolní Vestonice, ya que desde el siglo XIX se tenía noticias de que había restos arqueológicos.
Tan importante es el lugar que varias generaciones de arqueólogos llevan trabajando en él con algunas interrupciones, bajo las sucesivas direcciones de Karel Absolon, primero; Bohuslav Klíma, después, y Petr Škrdla, en la actualidad (con un equipo interdisciplinar de diversas universidades del mundo).
El suelo de la cabaña había sido apelmazado y, a un lado, se había construido una zona más elevada de tierra apisonada.
Las dataciones por radiocarbono indican que el yacimiento fue habitado hace 26 000 a 28 000 años.
En el mismo lugar de Dolní Věstonice han aparecido asombrosas esculturas de marfil, entre ellas varios rostros tan realistas que parecen retratos.