[4] En el retrato aparecen doña Antonia y su hijo Luis, el primogénito, nacido en 1628, lo que permite datar la obra entre 1631 y 1632, fecha de fallecimiento de Diego Corral, cuyo retrato fue pintado al mismo tiempo como indica la semejanza en las características técnicas y en los materiales empleados, incluso por las impurezas presentes en los pigmentos empleados en ambas obras.
También el «envaramiento» del niño hizo pensar a Jonathan Brown en una amplia participación del taller, aunque la radiografía muestra un arrepentimiento en la posición de la mano con la flor y la técnica empleada en los encajes y motivos ornamentales, a base de pinceladas rápidas y breves superpuestas a las de tonalidades más oscuras que forman la base del vestido, es la misma en la figura del niño que en las figuras de sus padres.
La preparación blanca es más clara en la zona donde se sitúa la cabeza, que después se superpone dejando una fina línea blanca en el contorno, buscando dar sensación de relieve.
El fondo gris-tierra se pintó después de acabadas las figuras, mediante una fina capa de materia pictórica aplicada directamente sobre la base blanca grisácea, contorneando la figura con una estrecha línea más clara que la recorta y resalta del fondo, técnica aún más acusada aquí que en el retrato de don Diego.
Sobre el faldellín, un delantal de seda traslúcido y una campanilla colgando del pequeño cinturón, con una rosa en la mano izquierda.