En medicina se llama distrofia ungueal u onicodistrofia a cualquier alteración morfológica o estructural de una o varias uñas.
Las causas principales son: infecciones por hongos (onicomicosis), psoriasis ungueal y traumatismos agudos o crónicos sobre los extremos de los dedos, estos últimos muy frecuentes en determinadas especialidades deportivas como marchadores, tenistas o corredores de fondo.
Las onicodistrofias afectan a gran parte de la población y pueden disminuir la calidad de vida del paciente.
Los factores predisponentes son la utilización de calzado inadecuado, por ejemplo tacón alto y punta fina que comprime el antepié, determinadas enfermedades del pie como pie cavo, hallux rigidus y artrosis, autolesiones como en la onicofagia y la onicotilomanía o daños secundarios a extracción repetida de uñas mediante cirugía.
[1][2][3] No se considera distrofia ungueal la alteración del color de las uñas sin otros cambios como en la melanoniquia.