Disputa de Marburgo

Felipe esperaba que Lutero podría inspirar una alianza entre los príncipes protestantes y reforzar así su posición frente a la amenaza de las fuerzas católicas.

[1]​ Lutero y Zuinglio se pusieron de acuerdo sobre catorce temas, pero no acerca del decimoquinto, la Eucaristía.

[1]​ Lutero estimaba que las palabras Este es mi cuerpo, esta es mi sangre debían interpretarse al pie de la letra como enseñando que el cuerpo y la sangre de Cristo están realmente presentes en el sacramento.

Lutero afirmó: "Cuando Dios habla, los pobres hombres deben escuchar" (Wenn Gott etwas redet, so sollen die armen Menschen hören).

Al final del coloquio Lutero resumió: "Nuestro espíritu y vuestro espíritu no están en consonancia" (Unser Geist und euer Geist reimt sich nicht zusammen).

La sala del castillo de Marburgo en la que se celebró el debate en 1529.
Los reformadores debatiendo en Marburgo en 1529. Xilografía anónima de 1557.
La disputa de Marburgo (cuadro de August Noack )