Con un origen en el siglo XI, se caracteriza por poseer un amplio registro, resultado de un dilatado proceso de reparaciones y mejoras, debido a la función que desempeñaba y al medio en el que se ubicaba.Los ríos Darro y Genil son determinantes en la configuración de la ciudad antigua de Granada y su territorio inmediato.El primero de ellos tiene periódicamente fuertes crecidas, discurriendo en su curso bajo en línea recta hasta un gran meandro y su confluencia con el río Genil.Este tipo de tapial característico por su gran dureza y cohesión presenta un aspecto macizo, realizado con abundante cal y árido de mediano tamaño.La presión funcional del dique hace que tenga periódicas reparaciones, que diversifican su apreciación visual, manifestándose como un elemento indisociable del paisaje de la ribera, que queda incluso reflejada en algunas cartografías y vistas históricas.