Diego de Silva y Mendoza

Tras morir su mujer hacia 1595, volvió a casarse en 1599 con su cuñada Marina Sarmiento,[1]​ muerta también en 1600.[1]​ Diego sostuvo pleitos contra su hermano Rodrigo y su sobrino, pues estos nunca le reconocieron como duque de Francavilla por estar asociado el ducado a la primogenitura.Junto con Lerma diseñó un plan radical para cimentar las relaciones luso-hispanas y crear una verdadera unión de las dos Coronas.Su virreinato en Lisboa no estuvo exento de problemas, roces con los oficiales locales y diferencias con sus colegas en Madrid, y sufrió indudablemente con la caída del poder de Lerma, pero el veredicto final no fue totalmente negativo para Salinas.[2]​ Poseía una fina sensibilidad lírica, apreciada por uno de sus mejores estudiosos y editores del siglo XX, el poeta Luis Rosales.