Digna Ochoa

[cita requerida] En 1991 entró en el convento dominicano de la Palabra Encarnada donde estudió hasta 1999.También recibió varios mensajes anónimos con amenazas de muerte en las oficinas del Prodh.[cita requerida] Para resguardar su integridad, en 2000 se traslada a los Estados Unidos.[cita requerida] Centros de Derechos Humanos, así como la familia de Digna Ochoa rechazaron la hipótesis del suicidio y el cierre del caso, llevando sus quejas a organismos nacionales e internacionales.La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal presentó un informe detallando los errores y omisiones en la investigación.[2]​ A petición de sus familiares su cadáver fue exhumado en 2005 y la investigación sobre su muerte fue reabierta.[6]​ En el año 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó que el caso fuera abierto nuevamente, por lo que fue enviado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH).