Una dictadura invisible fue un término acuñado por Mijaíl Bakunin para describir la dirección revolucionaria clandestina.
En 1828 Filippo Buonarroti publicó Conspiration pour l'Egalité dite de Babeuf, suivie du procès auquel elle donna lieu que resultó ser muy influyente sobre Auguste Blanqui y los revolucionarios de 1848, desde Louis Blanc hasta Bakunin.
Bakunin, habiendo recibido fondos del gobierno provisional de Blanc, se lanzó al movimiento revolucionario en Bohemia.
Posteriormente describió su objetivo como el establecimiento de un "gobierno con un poder dictatorial ilimitado", en el que "todos estarán sometidos a una única autoridad dictatorial", a través de tres sociedades secretas basadas en una "estricta jerarquía y una disciplina incondicional".
Bakunin también vio a Praga desempeñando el papel de París: "El gobierno revolucionario con poder dictatorial ilimitado debe sentarse en Praga.... Todos los clubes y diarios, todas las manifestaciones de anarquía garrulosa, también serán destruidos, y todos serán subyugados a una sola autoridad dictatorial".