Diccionari normatiu valencià

Llengua romànica parlada a la Comunitat Valenciana, així com a Catalunya, les Illes Balears, el departament francés dels Pirineus Orientals, el Principat d'Andorra, la franja oriental d'Aragó i la ciutat sarda de l'Alguer, llocs on rep el nom de català.

El diccionario fue aprobado por una amplia mayoría de los académicos, ya que 16 votaron a favor del texto, 2 en contra y 2 se abstuvieron.

[4]​ La alegría de la Academia por aprobar su diccionario no duró mucho, ya que en él incluía una definición que no gustó nada al partido del gobierno de la Generalidad Valenciana.

"[9]​ La sociedad valenciana respondió a la publicación del diccionario positivamente, puesto que en apenas tres días recibió 85.000 visitas.

[22]​ El consejero remarcó también que el respeto a la lengua valenciana como seña de identidad implica defender «su individualidad respecto a las demás lenguas del Estado, así como también que la futura ley recogerá que todas las instituciones de la Generalidad «deberán adecuar sus actuaciones en respeto a la individualidad de la lengua valenciana».

[28]​ De forma indirecta, la Real Academia Española (RAE) también da la razón a la AVL en cuanto a la definición de valenciano, ya que en su diccionario lo define como la variedad del catalán hablada en la Comunidad Valenciana, lo cual también genera "malestar" entre los miembros del Partido Popular.

[19]​ Varios Consejeros de la Generalidad Valenciana (Serafín Castellano, Isabel Bonig, María José Català, José Císcar, Luis Santamaría...) también realizaron declaraciones muy críticas con la institución, amenazándola, entre otras cosas, con retirarle el presupuesto u obligarla mediante un decreto a modificar la definición de valenciano de este diccionario.

[27]​ La publicación del Diccionari normatiu valencià también ha recibido críticas desde los sectores conocidos como catalanistas.

[45]​ Otras personalidades relacionadas con este sector, como Joan Castellano (escritor y técnico lingüístico), Toni Cucarella (escritor y político) o Francesc Esteve (técnico lingüístico de la Universidad de Valencia), también critican a la institución por haber incorporado palabras propias del registro coloquial al diccionario,[46]​ así como también por el carácter dialectizador que le han otorgado al multiplicar las variantes, lo cual supone para ellos que esta herramienta no sea capaz de mantener un criterio de coherencia,[47]​ suponiendo esto el fin de la unidad del catalán.

Serafín Castellano, uno de los políticos del PP más críticos con las posturas lingüísticas de la AVL.