La importancia recae en el proceso que se puede comparar con la improvisación no idiomática.
Los artistas de Les automatiques, proclaman unos valores universales y éticos al respecto en su manifiesto Refus Global.
En esta estela algunos artistas rumanos inventan una serie de técnicas sucedidas a lo absurdo autodenominándose surautomatistas.
La liberación de la consciencia no lleva directamente a la expresión directa del subconsciente ya que el dibujo automático también puede resultar la expresión del cuerpo a través de los impulsos en estado consciente.
El ejecutor se presenta ante un soporte vacío con la principal intención de dibujar sin saber qué, abandonándose a sus impulsos.
Algo a lo que aluden Frederick Carter y Spare: "(…)él descubre dentro de sí una consciencia selectiva."
"Ninguna habilidad manual y la consciencia del errar pueden producir un buen dibujo"
"Libera las verdades estáticas que son reprimidas por la educación y los hábitos establecidos socialmente o estética."
También hay ciertas casos relacionados con el ocultismo donde el dibujo se desvincula del ejecutor y es atribuido a una entidad metafísica que se apodera del sujeto que no es sino una herramienta canalizadora.
Tal es el caso del pintor argentino Benjamín Solari Parravicini quien decía sentirse poseído por una entidad extraña a quien atribuía sus dibujos premonitorios.
Este tipo de dibujo automático se realiza mediante la liberación del consciente simbólico y por lo tanto significativo, no hay predicados.
Este hecho hace que el dibujo automático sea tan difícil de reproducir como la firma.
El garabato a diferencia del dibujo automático no tiene intención de ser nada.