El diamante Taylor-Burton, de 68 quilates (13,6 gramos), ganó notoriedad en 1969 cuando fue adquirido por el actor Richard Burton para su esposa, la actriz Elizabeth Taylor.
El diamante en bruto original fue descubierto en 1966 en la mina Premier de Sudáfrica y pesaba 241 quilates (48,2 gramos).
El esposo de Taylor, el actor Richard Burton, había establecido un monto máximo de 1 000 000 $ para el diamante y tenía a su abogado, Aaron Frosch, ofertando por teléfono desde Londres y a Al Yugler —de la joyería Frank Pollock and Sons— ofertando presencialmente en su nombre.
La transacción fue confirmada al día siguiente con un costo de 1 100 000 $ y la gema pasó a llamarse «Diamante Taylor-Burton».
Las joyas y otras piezas adquiridas por la pareja se convirtieron oficialmente en activos de un paraíso fiscal denominado Atlantic Corporation.