El 4 de septiembre de 1951 China comunista expulsó al nuncio apostólico Antonio Riberi y la Santa Sede continuó reconociendo a la República de China en Taiwán como el legítimo gobierno chino.
Todos los misioneros extranjeros fueron expulsados de China comunista en 1952, entre ellos el obispo Juan Bautista Velasco Díaz, y los sacerdotes chinos locales debieron continuar administrando los asuntos de la diócesis.
[5] En el período de 1966 a 1976 la Revolución Cultural se ensañó especialmente contra la religión, destruyéndose numerosas iglesias y cesaron todas las actividades religiosas en la diócesis.
[6] El 8 de mayo de 2010 fue ordenado en la catedral de Xiamen el nuevo obispo, Joseph Cai Bingrui, que sucedió a Joseph Huang Ziyu (fallecido en 1991), representante de la Iglesia "oficial" china, pero cuya ordenación habría sido reconocida por la Santa Sede.
[8] Debido a la situación particular de la Iglesia católica en China, la Santa Sede no nombra obispos para las diócesis chinas, que son sedes oficialmente vacantes incluso en presencia de obispos reconocidos por Roma.