Desde el 1983 es sede vacante, aunque es administrada por el arzobispo Giuseppe Ma Yinglin.
Tras su partida, la diócesis quedó confiada al cuidado de dos sacerdotes chinos, ambos fallecidos en los años 1980.
[5] En el período de 1966 a 1976 la Revolución Cultural se ensañó especialmente contra la religión, destruyéndose numerosas iglesias y cesaron todas las actividades religiosas en la diócesis.
En 2009 había un solo sacerdote a cargo de todo el territorio.
[9] Debido a la situación particular de la Iglesia católica en China, la Santa Sede no nombra obispos para las diócesis chinas, que son sedes oficialmente vacantes incluso en presencia de obispos reconocidos por Roma.
[nota 2] Según la Guide to the Catholic Church in China, en 2014 la diócesis era servida por 9 sacerdotes para 39 iglesias o capillas.