Entre su repertorio se encuentran obras profanas y religiosas, pero sobre todo destaca su producción escénica.
Llegado a España, se presenta en la Corte Madrileña de finales del siglo XVII como un destacado personaje en la escena política y literaria.
Su formación en la Zarzuela ya se inicia desde su estancia en Perú estrenando alguna de sus obras en Lima.
Inicia sus trabajos en España con la Zarzuela Amor, Industria y poder en colaboración con Juan de Navas en 1692.
Aunque el papel político en esta obra queda prácticamente eliminado, Llamosas relaciona a Carlos II con Eneas.
En cambio los personajes divinos son utilizados por Llamosas con el objetivo de engrandecer la escenografía.
Cartago y los alrededores son el escenario de las tres jornadas, y la duración temporal de los hechos comprenden desde la mañana en que llegan con los viajeros hasta la partida al final del día.
Por tanto son tres las mutaciones[4] que se llevan a cabo en toda la obra: Jornada 1: Jornada 2: Jornada 3: La salida y entrada de personajes repercute en la acción escénica, tanto en la música como en la tensión dramática, como ocurre cuando se quedan solos en el escenario Dido y Eneas donde se prescinde de música, esto ocurre solo dos veces en toda la obra.
En cuanto al aspecto musical de esta obra surgen importantes cambios estilísticos que giran en torno a las intervenciones musicales divinas y humanas, un ejemplo de ello se encuentra en el recitativo empleado tanto por dioses como mortales en la última jornada.
En esta obra se pueden encontrar los siguientes aspectos musicales: En lo referente a la instrumentación encontramos, además del acompañamiento, tres partes de violines, tres partes de oboes utilizados para añadir carácter bélico y para marcar la fanfarria del final apoteósico, clarín y timbales.