Desrealización

La respuesta emotiva al reconocimiento visual de personas amadas puede estar significativamente reducida.

Tales anomalías perceptuales pueden extenderse a otros sentidos como la audición, el gusto o el olfato.

El individuo puede experimentar la sensación recurrente de sentir que se encuentra en un sueño, lo cual le reafirma la sensación de irrealidad; está situación le produce gran confusión y desencadena aún más ansiedad.

El sujeto afectado puede percibir las paredes, los edificios y otros objetos como si hubiesen cambiado de forma, tamaño o tono.

Esta clase de ansiedad llega a ser incapacitante y puede ocasionar conductas evitativas.

La desrealización puede acompañar dolencias neurológicas como la epilepsia, las migrañas y el trauma craneal leve.

[6]​ Síntomas imprecisos somáticos, como la cabeza llena, hormigueos, o aturdimientos no son raros.