El trastorno del procesamiento sensorial o TPS (en inglés; sensory processing disorder o SPD, también conocido como disfunción de integración sensorial) es una afección que existe cuando la integración multisensorial no es procesada adecuadamente para proporcionar respuestas apropiadas a las demandas del entorno.
Los sentidos proporcionan información de diversas modalidades: visión, audición, tacto, olfato, gusto, propiocepción, interocepción y el sistema vestibular, que los humanos necesitan para funcionar.
[10][11] La modulación sensorial se refiere a un complejo proceso del sistema nervioso central[9][12] mediante el cual se ajustan los mensajes neuronales que transmiten información sobre la intensidad, frecuencia, duración, complejidad y novedad de los estímulos sensoriales.
[13] Los que padecen TMS presentan dificultades para procesar el grado de intensidad, duración y frecuencia.
[20] Sin embargo, se sabe que el mesencéfalo y el tronco del encéfalo del sistema nervioso central son los primeros centros en la ruta de procesamiento para la integración multisensorial,[21] estas regiones cerebrales están involucradas en procesos que incluyen la coordinación, la atención, la excitación y la función autónoma.
La investigación actual en el procesamiento sensorial se centra en encontrar las causas genéticas y neurológicas del TPS.
El EEG[22] y la medición del potencial relacionado con eventos (ERP) se usan tradicionalmente para explorar las causas detrás de los comportamientos observados en el TPS.
Algunas escalas que no se usan exclusivamente en las evaluaciones de TPS son usadas para medir la percepción visual, la función, la neurología y las habilidades motoras.
[33] En algunos países, se recomienda una evaluación psicológica y neurológica completa si los síntomas son demasiado severos.
colchonetas, equipos para trepar, equipos que se suspenden desde el techo, etc.) para proporcionar experiencias sensoriales durante el juego que ayudan a organizar el sistema nervioso y obtener resultados específicos de tratamiento.
Otros tratamientos (por ejemplo, lentes con prismas, ejercicio físico y entrenamiento en integración auditiva) han tenido estudios con pequeños resultados positivos, pero se pueden hacer pocas conclusiones al respecto debido a los problemas metodológicos con los estudios.
[52] Los niños con hipo-reactividad pueden estar expuestos a sensaciones fuertes como acariciarse con un cepillo, vibraciones o frotarse.
El juego puede incluir una variedad de materiales para estimular los sentidos, como la plastilina o la pintura con los dedos.
Los niños con hiperreactividad pueden ser expuestos a actividades pacíficas, como música tranquila y balanceo suave en una habitación con poca luz.
En el Reino Unido, la investigación temprana y mejores resultados clínicos para los clientes evaluados con dificultades de procesamiento sensorial indican que la terapia puede ser un tratamiento apropiado.
[73][74] Se especula que TPS pueda ser un diagnóstico erróneo para personas con problemas de atención.
[62] De manera similar, un niño puede ser diagnosticado erróneamente con "trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)" porque se ha observado impulsividad, cuando en realidad esta impulsividad se limita a la búsqueda o evitación sensorial.
Diversas condiciones pueden involucrar el TPS, como el trastorno obsesivo-compulsivo,[77] esquizofrenia,[78][79][80] deficiencia de succínico semialdehído deshidrogenasa,[81] enuresis nocturna primaria,[82] exposición prenatal al alcohol, dificultades en el aprendizaje[26] y personas con lesión cerebral traumática[83] o que han tenido implantes cocleares,[84] distintos problemas en el aprendizaje, y pueden tener afecciones genéticas tales como el síndrome del X frágil.
Como se indicó anteriormente, estas conexiones juegan un papel importante en la percepción e integración sensorial.
Sin embargo, el estudio solo encontró conectividad reducida en el lóbulo temporal del grupo de niños con TEA.
[48] Los trastornos del procesamiento sensorial se describieron por primera vez en profundidad por la terapeuta ocupacional Anna Jean Ayres (1920-1989).
Según los escritos de Ayres, una persona con TPS tendría una capacidad reducida para organizar la información sensorial a medida que entra por los sentidos.
[100] Ayres creó la siguiente nosología basada en los patrones que aparecieron en su análisis factorial: Se pensaba que los déficits del lenguaje visual perceptivo y auditivo tenían un fuerte componente cognitivo y una relación débil con los déficits de procesamiento sensorial subyacentes, por lo que no se consideran déficits centrales en muchos modelos de procesamiento sensorial.
"[9] La nosología actual de los trastornos del procesamiento sensorial fue desarrollada por Miller, basada en principios subyacentes neurológicos.
Una amplia variedad de enfoques han incorporado la sensación para influir en el aprendizaje y el comportamiento.