Dispraxia

[2]​ En Estados Unidos se estima que esta enfermedad afecta al menos a un 2 % de la población en general.

Es una enfermedad crónica y puede ocasionar diferentes trastornos, aunque ninguno de ellos implica, necesariamente, una deficiencia intelectual.

Por ello, se caracteriza por la debilidad motriz generalizada, la cual impide terminar movimientos que exigen cierta coordinación.

Así por ejemplo cuando desean decir una frase, dar una respuesta o hacer una pregunta, emiten otra distinta.

[4]​ Es por ello que estas personas deben adquirir la formación necesaria para comprender y ayudar al niño, estimularle y enseñarle habilidades, como aprender a tocar un instrumento, o impartirle lecciones artísticas.

En rojo, área del cerebro responsable de las relaciones significativas del lenguaje, que se ve afectada en casos de trastornos del habla.