Interpretada por primera vez por el barítono venezolano Eduardo Lanz hacia los años treinta y cuarenta, la canción se dio a conocer internacionalmente gracias al tenor venezolano Alfredo Sadel en 1949.
Se inició en la música a temprana edad, durante sus estudios en el colegio Lourdes de su ciudad natal.
Continuó sus estudios musicales en la isla de Curaçao, en el Instituto Welgelegen Habay.
Entre 1928 y 1931 se trasladó a París con el fin de proseguir sus estudios.
También funda la Asociación Venezolana de Autores y Compositores (AVAC) en 1947.