Finalmente, Juan Antonio Gómez Quiles, Hermano Mayor de la Cofradía marraja en ese momento, encargó el nuevo grupo escultórico al maestro imaginero José Capuz.
El dueño de la obra escultórica, Juan Antonio Gómez Quiles, donó el Descendimiento mediante escritura pública a la Real e ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Marrajos).
Se considera, así mismo, que este hecho fue de facto el que constituyó y fundó la agrupación a la que pertenece, pues no se sabe con exactitud cuándo fue, al no haber constancia de ello.
Su más que evidente modernidad y sin referencias evangélicas aparentes, el Descendimiento de Capuz es un grupo cuyo código es abierto, lo que significa para muchos expertos que trascienden de meras de imágenes a personas reales, por lo que cualquiera mediante su observación es capaz de captar y procesar su belleza y precisión.
Portan objetos litúrgicos varios, uno de ellos el típico incensario.