El desarrollo psicosocial de Erikson se divide en 8 momentos y cada uno puede tener dos resultados.
Si esta confianza se brinda de manera adecuada, el niño desarrolla sentimientos de confianza y seguridad y puede empoderarse para sentirse seguro en situaciones en las que pueda sentirse amenazado.
Si esta etapa no se completa adecuadamente, en el futuro tendrá problemas para confiar en los demás y como resultado tendrá sentimientos de angustia, falta de certeza y excesiva desconfianza hacia el mundo.
Pero si esto transcurre en medio de obstáculos, sus ideas pueden confundirse y no tendrá claro cuál es su lugar en el mundo.
[1] Al llegar a una edad mayor, entre los 40 hasta los 60 años, una vez que la persona ha estabilizado su forma de vida, piensa en hacer una contribución a la sociedad, tener hijos, ser productivos en el trabajo, participar en la comunidad… Si no se logran estos objetivos, es posible que aparezca una sensación de estancamiento.
Si una persona piensa que su vida no ha sido fructífera, se sentirá culpable porque realmente no ha disfrutado la vida al máximo y como consecuencia sentirá una desesperación que muchas veces puede llevar a la depresión.