Derrida (película)

Es una docupelícula que hace un seguimiento intensivo del filósofo argelino Jacques Derrida en su vida diaria, desde la vida en su casa (Derrida comiendo tostadas y prendiendo la radio, buscando las llaves de su auto), dando conferencias y charlas o concediendo entrevistas a terceros en programas de televisión, haciendo visitas dirigidas a la prisión de Robben Island, donde estuvo preso Nelson Mandela.

[3]​[2]​ En determinado momento, casi por accidente, Derrida hace atribución explícita del documental a la directora, Ziering Kofmann, y en otro, se refiere a ella como "Amy" por lo que la producción misma se hace, visiblemente, parte de la producción.

La voz en off es realizada por la directora, productora y libretista principal, Amy Ziering Kofmann.

En 2005, un año después de la muerte del filósofo, Routledge publicó un libro que acompaña el film, que incluye el guion de la película, varios ensayos sobre la película y entrevistas con Derrida, Dick y Ziering Kofman.

El tema tratado allí es la distinción entre futuro (lo previsible) y porvenir (lo imprevisible) que, sin embargo, llegará.

Esta voz en off se enmarca en una toma que muestra el paralaje de un tren en movimiento.

Aquí el documento hace una maratónica enumeración de datos biográficos del mismo Derrida en la voz en off.

El nombre falso que le dan luego de esta segregación: "Elías".

Luego se retoma la charla en la Universidad de Nueva York sobre la autobiografía considerada como indecente para los filósofos clásicos.

Derrida subraya que la filosofía sería eso mismo, esa descortesía: la de no contar la propia vida.

Visión que se acerca mucho a la ideología o estética formalista rusa.

Como siempre hace, mediante su método, Derrida desmonta la binaridad entre trabajo y vida del autor.

Este sentido se refuerza en el documental porque los admiradores que se acercan al filósofo suelen sugerir que necesitaban ir a su charla para comprender mejor sus textos o porque tenían deseo de conocerlo personalmente.

Allí Derrida define la deconstrucción en relación con el artificio de ser filmado (en definitiva reflejado) y a la identificación de aquello que ha sido elevado a estatus natural con lo que no lo es.

Al mismo tiempo existe una imperiosidad o una orden en el yo cuando no se ve del todo como un tercero.

Años más tarde (1979) estas nociones son desarrolladas de forma muy semejante en un relato experimental del escritor Samuel Beckett, "Compañía".

Aquí el documental muestra luego al mismo Derrida viendo la grabación de dicha entrevista con su esposa.

Un poco más adelante lo mostrará viéndose ver esta entrevista ("Metacinematic", i. e. metacine o metacinemático).

Este problema lo relaciona al de narrar y a su autorreconocida incapacidad para ser narrador.

Con estas palabras, precisamente pronombres, Derrida quiere expresar que se ama en situación.

Derrida describe como "una paradoja" el no sentirse a gusto, posteriormente, al haber sido encerrado en la comunidad judía.

Se filma en particular, la última pregunta que un oyente le hace al pensador, exclusivamente porque esta parece plantear una disconformidad con la propuesta dada en la charla, que es, el perdón incondicional o perdón puro.

La cita en off habla de la improvisación: en ella se define lo imprevisto presente en el tópico del perdón.

Aún a aquello que se le suele llamar improvisar, como "hablar sin guion ante un micrófono" como refiere aquí Derrida no es improvisar porque los esquemas del habla y los idiomas ya están allí.

Continúa a esta cita un tema poco publicado de Derrida (porque es algo que ha tratado en sus seminarios).

Allí muestra, casi accidentalmente, libros de Anne Rice, la escritora gótica, que Derrida dice nunca haber leído.

El consecutivo en off trata de este tema: allí parecería que se usa el tópico repetido de que la filosofía ha muerto, como han hecho otros, Maurice Blanchot, por ejemplo.

Aquí se vuelven a introducir los tópicos del futuro y el por-venir: donde la filosofía es un efecto de revisión siempre sobre la falla que ha constituido siempre la historia y que sin embargo no puede ser sino su fuente.

Le sigue una minientrevista al hermano del pensador, René Derrida, quien parece entender poco acerca de la tarea desarrollada por su hermano y se limita simplemente a manifestar su asombro sobre la vocación de aquel.

Retoma este último tema: allí se expresa el hecho de callar cosas (lo que se llamaría un secreto) es un hecho indudable, innegable, pero fallido porque por ese mecanismo de ocultamiento solo eso callado (el secreto) no ha desaparecido sino solamente transformado.

Estructuras carcelarias en la isla Robben , lugar visitado por el filósofo en el documental.