La empresa inicialmente atribuyó la responsabilidad del derrame a la Marina de Guerra por no comunicar el oleaje anómalo generado tras el maremoto causado por la erupción volcánica en Tonga.
[11] El suceso ha sido calificado por la Cancillería como el mayor desastre ecológico ocurrido en el Lima en los últimos tiempos.
En un principio, Repsol indicó que solo se habían derramado 7 galones de crudo,[18] pero por la mañana se constató que la magnitud del desastre era inmensamente mayor, calculándose en 6 mil barriles vertidos al mar.
Según investigaciones, este nuevo derrame en realidad ocurrió un día antes, el 24 de enero.
Asimismo, advirtió que tras la supervisión realizada en las distintas playas afectadas, se han encontrado con demoras en la limpieza y falta de ayuda humanitaria a población damnificada.
[32] La empresa ha atribuido la responsabilidad del derrame al oleaje generado tras el maremoto causado por la erupción volcánica en Tonga.