En un sentido amplio, todo el derecho, como producto del legislador (el representante de la voluntad general) está orientado al interés público.
En Estados Unidos, el realismo jurídico hizo un aporte importante también al recalcar en el carácter instrumentalista y consecuencialista que deberían tener las decisiones judiciales.
En América Latina, y tras la influencia europea, las ideas sobre el uso alternativo del derecho tuvieron acogida principalmente en Brasil en la década de los ochenta.
También puede consistir en el litigio estratégico, en el cual se lleva a juicio un caso particular con el objetivo de crear efectos que trasciendan los intereses individuales y generen cambios sociales más amplios.
A nivel general, se pueden enunciar tres herramientas legales comunes: