Retirado del servicio activo en 1782, viajó en numerosas ocasiones a Francia, Italia y Austria.
Inició sus trabajos literarios con la traducción de las fábulas del danés Ludwig Holberg, aunque en realidad su versión fue una retraducción desde el alemán.
Otras comedias suyas son La elección de tutor, El mayordomo, Misiva a mis sirvientes.
La estructura de sus comedias se atiene a las convenciones clásicas: respeto a las tres unidades, distribución en cinco actos, personajes claramente positivos o negativos, aunque los personajes negativos tienen en Fontvizin más energía y vida que los positivos, quienes, por el contrario, aparecen en su función moralizadora y doctrinal como abstractos y esquemáticos.
Así pues, toda la galería de brutos, glotones, avaros, mentecatos, petimetres, zafios, ignorantes, aduladores rebosa vitalidad.