Frecuentemente, estas reacciones conducen a efectos físicos como palpitaciones, sudoración, escalofríos, convulsiones y muerte si no son tratados.Cursa con confusión, ilusiones extrañas, alucinaciones muy perturbadoras, agitación, midriasis, diaforesis, taquipnea, hipertermia y taquicardia.Los fármacos hipnóticos o sedativos, así como el alcohol, producen su efecto a través de receptores GABAª del sistema nervioso.Cuando se interrumpe el consumo de alcohol, el sistema gabaérgico se encuentra sobreestimulado y desensibilizado por la acción del alcohol, por lo que cuando este se ausenta, los receptores que se encuentran en bajo número en la sinapsis apenas son estimulados y por tanto no ejercen su efecto sobre la inhibición del potencial de acción sobre la neurona, de tal manera que la activación de dicho potencial no será inhibido como ocurriría en condiciones normales.Esto provocará una “tormenta adrenérgica” o sobreestimulación por parte del sistema adrenérgico cursando en excitabilidad autonómica y agitación psicomotriz, cuyos efectos pueden ser taquicardia, hipertensión, Hipertermia, Pre-infarto,Arritmia, [Aansiedad]], Ataques de Pánico, paranoia y Agitación, entre otros.El tratamiento del delirium tremens suele ser a base de sedantes del tipo Diazepam (Valium), Clonazepam (Rivotril), Oxazepam y en algunos casos se administran también antipsicóticos (como el Haloperidol) Vía Intravenosa hasta que remiten los síntomas.Si el paciente tiene epilepsia, las convulsiones se tratarán conjuntamente a un especialista (Neurólogo, Psiquiatra).