Los síntomas del síndrome de Wernicke incluyen confusión de aparición repentina, problemas de visión, baja temperatura corporal, tensión arterial baja y mala coordinación[1].
La causa es la deficiencia de tiamina , que suele deberse a un trastorno por consumo de alcohol, pero que también puede ser consecuencia de trastornos alimentarios, desnutrición, vómitos prolongados o quimioterapia[1].
El diagnóstico se basa en los síntomas después de descartar otras posibles causas[2].
Sin tratamiento, el 20 % muere y el 75 % queda permanentemente discapacitado[5].Alrededor del 25% requiere institucionalización a largo plazo[5].
En Estados Unidos, entre el 1 y el 2% de las personas están afectadas[3].