Declaración de Barcelona

La Declaración de Barcelona fue un manifiesto elaborado y firmado por los partidos nacionalistas periféricos españoles Convergència i Unió, Partido Nacionalista Vasco y el Bloque Nacionalista Galego en defensa de los «derechos nacionales» de sus respectivos territorios frente a la política españolista desarrollada por el primer gobierno de José María Aznar, líder del Partido Popular.[1]​ Tras trece años de gobiernos socialistas, el Partido Popular ganó las elecciones de 1996 y formó un gobierno presidido por su líder José María Aznar gracias al Pacto del Majestic que firmó con la coalición nacionalista catalana Convergència i Unió que llevaba gobernando Cataluña desde 1980 con Jordi Pujol al frente de la Generalidad.[2]​ Uno de los ejes de la actuación del nuevo gobierno fue la reafirmación del nacionalismo español ―unida al giro que dio a la política antiterrorista contra ETA―[3]​ ya que el PP no consideraba a España como «una nación de naciones» y menos aún como un «Estado plurinacional» sino una «nación única», aunque «diversa culturalmente».En consecuencia se pedía el reconocimiento explícito de las «realidades nacionales» de los tres territorios para lo que las tres fuerzas nacionalistas proponían transformar la estructura territorial «autonómica» del Estado español.La reunión prevista para septiembre en Bilbao se celebró el día 16 de ese mes en Vitoria y el resultado de la misma fueron los "Acuerdos de Vitoria" en los que las tres formaciones nacionalistas se comprometieron a llevar a cabo una acción coordinada tanto en el Congreso de Diputados como en el Senado en los siguientes seis campos:[7]​
Jordi Pujol (derecha), uno de los impulsores de la Declaración de Barcelona, junto con el presidente del gobierno español José María Aznar en el Palacio de la Moncloa. Julio de 1998