[11] Según la autora Margot Versteeg, en este sainete «se confrontan dos mundos»,[12] ya que «las costumbres madrileñas, [...] [son] experimentadas por un ingenuo paleto y su séquito».
Deseoso de que su hija Margarita se case con Manolo, Felipe decide viajar a Madrid en un carruaje de mulas para encontrarse con él y se hace acompañar de Benito, un escribiente desempleado que les servirá como guía y que secretamente pretende casarse con Margarita por interés económico.
[16] En el tercer cuadro, «Misa de tropa», Benito espera a las puertas de una iglesia donde se celebra una boda, Felipe y Margarita se presentan ante él vestidos estrafalariamente «a la última moda» y llega Lucas, quien les dice que vio a Manolo acompañado en un carruaje.
En «La fruta del paraíso», el cuarto cuadro, otros pueblerinos, también vecinos de Getafe, llegan al teatro y lanzan melocotones al escenario, por lo que son expulsados por un guardia.
Felipe por fin se entera de que su sobrino ya está casado y que por tanto no puede contraer matrimonio con su prima, Benito aprovecha la oportunidad para pedir la mano de Margarita.