David Turnbull (1794-1851) era un líder abolicionista en el Reino Unido del siglo XIX, que ejerció como cónsul británico en Cuba.
En 1832, fue enviado a Madrid, donde trabajó con George Villiers, conde de Clarendon, el representante británico en España, para conseguir que el gobierno español reafirmara su compromiso de acabar con la esclavitud según lo pactado en un tratado hispano-británico de 1835.
[1] Turnbull escribió a Lord Palmerston, el secretario de Relaciones Exteriores británico en ese momento, argumentando que la esclavitud era «el mayor mal puesto en práctica que jamás haya afligido a la humanidad».
En 1840 produjo su obra más conocida, Travels in the West: Cuba; with Notices of Porto Rico and the Slave Trade.
Turnbull permaneció activo en el movimiento abolicionista hasta su muerte en 1851.